lunes, 2 de agosto de 2010

Carta hacia algún lugar del norte

Mientras suena algún implacable rocanrol de fondo,
y mi mente divaga y derrite las horas que gotean
en el reloj sin asomos de pararse: me encontrás.

Alguien me pregunta por vos... ¿estás de novio?
No, contesto... ¡gracias a la divinidad de turno!
Y me río, contento, y también convencido.

- "Porque ví una foto tuya con una chica"

- "Es una amiga, o algo así"

Cuento la magia, el Destino, aquella noche que te
teñiste en letras en mi pantalla y te clavaste como
un mesías, con el gusto de lo prohibído. La poetiza
esa hermosa, loca, e integramente palpable que se
inyecto en los pequeños vasos de mis pupilas por meses.
Sin que lo supiera.
Como una adicción.
Mi preciosa adicción.

Y navegamos renglones, palabras, mentiras pintadas de poesía.

Llanto.
Lágrimas.
Sudor.
Lo burdo.
Lo cursi.
Lo calmo.
El huracán.

Y noches...
de alcohol,
de fiestas,
de las luces rebotando
en nuestras sonrisas embriagadas,
en nuestros ojos perdidos, delirantes,
en el rojo danzar de aquel humo.

Y hoy...
sin saber porque,
sin pensarlo,
sin preguntarme,
sin buscar respuestas,

Te extraño.

Tal vez un poco más de lo normal.
Tal vez un poco más de lo recetado.
Y vaya a saber donde estás.

Es que hoy sin buscarlo,
y sin siquiera darme cuenta,
empece a entender porque es que sonrío tanto,
cada vez que algun atardecer me encuentra mirando al norte.


Hoy no voy a firmar como siempre.
Hoy voy a firmar...

L.K.P.



...y vos sabés porqué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario