miércoles, 25 de noviembre de 2009





"Nos quedamos atascados
en un mundo equivocado
donde no existen las gracias
ni el perdón."









Flores negras- Guasones

jueves, 19 de noviembre de 2009

Normal


Entré a trabajar en una multinacional,
terminé una carrera,

empecé a ir al psicólogo y al gimnasio
;
dejé de tener una banda de rock,

me empecé a vestir con traje

y un día sin que nadie me avise,
ni pueda detenerlo... me volví "normal".




miércoles, 11 de noviembre de 2009

I'm posible



Sueñen, aunque el sueño parezca imposible.

Luchen, aunque el enemigo parezca invencible.
Soporten el dolor aunque este parezca insoportable.
Corran por donde el bravo no osa ir.
Transformen el mal en bien, aunque sea necesario caminen mil millas.
Amen lo puro e inocente, aunque sea inexistente.
Resistan aún cuando el cuerpo no resista más.
Y al final… alcanzarán aquella estrella,
aunque ésta, parezca inalcanzable.


- Daisaku Ikeda -

miércoles, 4 de noviembre de 2009






A veces tengo tanto que decír...

que me quedo sin palabras.






domingo, 1 de noviembre de 2009

[[[ Butsu ]]]

Acá estoy, largando una vez más otro camino entre letras.
Dejandomé perder entre plumas y corcheas,
letras que me dibujan, y melodías que me calman.
Y ahora que ya está todo dicho, el título ahí colgado,
diciendo quién soy, construyendomé, no queda más que empezar.

Domingo, y como cada uno de ellos...
un día por excelencia nostálgico, o reflexivo;
tal vez ambos.
Es por eso que hoy quiero largar esta nueva etapa
citando un texto de un grande: Hermann Hesse.
Un texto que hace poco más de un año atrás me cambió la vida.
Me hizo redescubrirme y entender un montón de cosas, de mí, de la vida, de mi existencia... en el viaje que sin dudas me cambio para siempre y me hizo crecer.
Espero que como a mí, ustedes puedan tomarse un rato,
leer y reflexionar sobre lo que expone el autor,
y les puedo asegurar que sin dudas, después de entender,
y lograr comprender la escencia de lo que transmite el texto:
su vida no volverá a ser la misma.

Extraido de Siddharta de Hermann Hesse.

«He encontrado otra idea que tú, Govinda, seguramente tomarás por broma o chifladura, pero, en realidad, se trata de mi mejor pensamiento. Es éste: ¡Lo contrario a cada verdad es igual de auténtico! O sea: una verdad sólo se puede pronunciar y expresar con palabras si es unilateral. Y unilateral es todo lo que se puede expresar con pensamientos y declarar con palabras; todo lo unilateral, todo lo mediocre, todo lo que carece de integridad, de redondez, de unidad».

«Cuando el venerable Gotama enseñaba el mundo por medio de palabras, lo tenía que dividir en sansara y nirvana en ilusión y verdad, en sufrimiento y redención. No es posible otra forma para el que desea enseñar. No obstante, el mundo mismo, lo que existe a nuestro alrededor y en nuestro propio interior, nunca es unilateral. Jamás un hombre o un hecho es del todo sansara o del todo nirvana nunca un ser es completamente santo o pecador. Nos parece que es así porque nos hacemos la ilusión de que el tiempo es algo real. Y el tiempo no es real, Govinda, lo he experimentado muchísimas veces. Y si el tiempo no es real, también el lapso que parece existir entre el mundo y la eternidad, entre el sufrimiento y la bienaventuranza, entre lo malo y lo bueno, es una ilusión».

-¿Qué quieres decir? -preguntó Govinda angustiado.

-¡Escucha bien, amigo, escucha bien! El pecador, que lo somos tú y yo, es pecador, pero algún día volverá a ser Brahma, llegará al nirvana será buda..., y ahora fíjate bien: ese «algún» es una ilusión. ¡Es sólo metáfora! El pecador no está en camino hacia el budismo, no se encuentra en un desarrollo, aunque no nos lo podemos imaginar de otra forma. No; en el pecador, ahora y hoy, ya está presente el buda futuro, todo su futuro, en él, en ti, en todo se debe respetar el posible buda escondido.

«El mundo, amigo Govinda, no es imperfecto, ni se encuentra en un camino lento hacia la perfección. No; él es perfecto en cualquier momento. Todo pecado ya lleva en sí el perdón, todos los lactantes, la muerte; todos los moribundos, la vida eterna. Ningún ser humano es capaz de ver en el otro en qué situación se halla dentro de su camino: en el ladrón y en el jugador espera el buda, en el brahmán espera el ladrón».

«En la profunda meditación existe la posibilidad de anular el tiempo, de ver toda la vida pasada, presente y futura a la vez, y entonces todo es bueno, perfecto: es brahma. Por ello, lo que existe me parece bueno; creo que todo debe ser así, tanto la muerte como la vida, el pecado o la santidad, la inteligencia o la necedad; todo necesita únicamente mi afirmación, mi buena voluntad, mi conformidad de amante: entonces es bueno para mí, y nunca podrá perjudicarme».

«He experimentado en mi propio cuerpo, en mi misma alma, que necesitaba el pecado, la voluptuosidad, el afán de propiedad, la vanidad, y que precisaba de la más vergonzosa desesperación para aprender a vencer mi resistencia, para instruirme a amar al mundo, para no compararlo con algún mundo deseado o imaginado, regido por una perfección inventada por mí, sino dejarlo tal como es y amarlo y vivirlo a gusto».

«Estas son, Govinda, algunas de las ideas que se me han ocurrido».



Algunas de las cosas que me enseñó este texto en su momento:

Entendí que el sufrimiento es parte escencial de nuestras vidas.
Tal vez mas aún que la dicha y la felicidad.
Porque es lo que nos lleva al cambio, a la duda, a replantearnos,
reformularnos, a la introspección.
Entendí que el desafío mas grande de la vida, es conocerse uno mismo
hasta lo mas profundo de nuestra escencia.
Entendí que al mundo venimos solos y nos vamos solos...
en el camino tenemos la hermosa e inmensa posibilidad de
cruzarnos millones de personas.
Personas que pasan efírmeramente, que caminan a nuestro lado,
que nos acompañan largos años, que quedan siempre grabadas
en nuestra mente, o simplemente olvidamos.
Pero siempre cuando todas esas personas pasan, al fin y al cabo
quedan adentro nuesto, y ahí estamos de nuevo, otra vez...
Con nada mas (y nada menos) que nosotros mismo.
Entonces, ¿hay desafío mas grande que entenderse a uno?

Mati Destinado

En primera persona

Bienvenidos a mi blog.
Un asunto pendiente que tenía desde antaño.
Si bien long time ago solía tener mi espacio literario,
y de esparcimiento intelectual/emocional, hace rato
que dejo de existir.
Pero como muchos de los que me conocen (o dicen conocerme)
saben, escribir es parte escencial de mi vida, y sin dudas
motor de mi felicidad/tranquilidad espiritual.

Si me preguntan "¿de qué se va a tratar?", o "¿cual
es la temática?", creo que sinceramente no les podría
responder; pero a partir del día de hoy, este va a ser
mi pequeño lugar en esta inmensa mierda comunicativa,
globalizadora, y a veces desocializadora (sonó como si
supiera lo que estoy diciendo) que tanto nos esclaviza denominada: Interné.
Así que sin mucho mas preámbulo, introducción o apología
procedo a presentarme:

Me llamo Matías y nací un 29 de enero en el barrio porteño
de Almagro; barrio en el que viví practicamente toda mi vida
hasta hace algunos años atrás, cuando vayaasaberporquecosasdelavida,
nos mudamos a la vereda de enfrente del barrio, convirtiendosé así
mi lugar de residencia en el entonces actual Caballito.
Probablemente la mezcla de vivir toda mi vida en Almagro, más el
inmenso/exagerado fanatismo de mi viejo (luego trasladado a mi
hermano) me hayan convertido en hincha de San Lorenzo.
Y si bien no soy un enfermo del fútbol como ellos, disfruto de
ir a la cancha de vez en cuando, saltar, gritar y cantar las canciones
de la hinchada mas creativa de la Argentina, La Gloriosa Butteler.
Pero también aunque gran parte de mi corazón este pintado de azul y rojo,
tengo un lugar importante reservado para el color verde, y es tal vez,
lo que más me une a Caballito: Ferro Carril Oeste.
Desde que tengo conciencia, y según mi mamá de los 11 meses,
Ferro fue siempre mi segunda casa en materia de pertenencia
social y deportiva.
La colonia, Ponteveedra, la pileta de todos los veranos, los quilombos
en el vestuario del segundo piso (también en el de planta baja),
voley, fútbol, básquet, tenis, gimnasia artística, handball, taekwondo
(con sus respectivas penitencias, por siempre terminar cagándonos
a palos con mi hermano), y hasta ping pong (sí, ping pong leíste bien).
Años dorados en materia deportiva, y social... hasta que a mi vieja
se le ocurrió borrarme a los 19 años porque no iba tan seguido,
y nunca más tuve la oportunidad de pisarlo (más que para algún
que otro recital en los que me pasaba un 80 % mirando todo con
frases como "me acuerdo que acá..." que torturaban a todo aquel
que me acompañáse).

Mi infancia practicamente se dividió entre Ferro, el deporte y
los scouts (sí también fui scout), etapas que claramente quedaron
atrás (sea triste o no) y que probablemente ya no vuelvan.
Entrada mi adolescencia, digamos para ser un poco mas exactos
en materia temporal, a los 13/14 años empecé a desarrollar dos
líneas de gustos/hobbies que marcan mi vida hasta hoy en día,
y seguramente hasta el final de mi existencia (esta y las que vienen).
La literatura y la música.
Mis dos grandes vicios: mi bandera, mi ilusión y mis sueños.
La primera surgió cuando empecé la secundaria, un poco alentada
por mi tía (profesora de letras), mi adicción por la lectura y el
darme cuenta de que era bastante diferente a lo que todos por ahí
denominarían como "un adolescente normal".
Y para aclarar un poco y que no piensen de que era una especie
de Martin, la situación era la siguiente: no era nerd, no era el
antisocial, es más la verdad era todo lo contrario; el tema en
cuestion surgió cuando me di cuenta que no pensaba como todo el
mundo, sobre una cosa que trajo problemas en mi futuro: el puto amor.
Fue ahí en ese momento, no me pregunten porque carajo desarrolle
una especie de personalidad dual o doble personalidad que
se personificó en un paralelo/personalidad artística: el poeta.
Pero por otro lado estaba la música, mi musa inspiradora.
Claro que sí.
Si tengo que hacer memoria a mi génesis musical (mas allá de las
interminables anécdotas e historias de mi viejo sobre los Beatles),
el primer expontente es sin duda uno solo: el señor Fito Páez.
Todavía recuerdo el primer cassette que me grabaron, Fito Paez
y "El amor después del amor", y así empezó mi camino de la
mano del rock.
Camino que seguiría transitado por la compra de mi primer
equipo de música (con el cual sigo escuchando música en
este momento) y los primeros cd's: El amor después del
amor (en cd), Mi vida loca (Los autenticos decadentes),
La dicha en movimiento (Los twist), Circo Beat (Fito Paez),
y algunoqueotro de Seru Girán.
Estos fueron mis amaneceres musicales, hasta que llegaría
la banda que definitivamente marcaría mi vida, banda que seguí
hasta su disolución: Los Piojos.
No recuerdo exactamente la primera vez que los fui a ver, pero
entre los difusos recuerdos puedo acordarme de Babilonia,
el casette de tercer arco y de ayayay, y sin dudas y con total
certeza mi primer Atlanta.
A partir de conocer a Los Piojos, empezó mi carrera en la música,
primeramente como cantante de una banda con mis compañeros
de curso, y más adelante como bajista.
No me voy a poner en detallista porque sino esto se haría
interminable (más de lo que esta siendo) pero a partir de ahí
pasaron muchas bandas: punks, instrumentales, de rock,
de rock&roll, hasta mi actual banda (que está en conflicto)
Destinados... sin duda la mas importante y la que más marcó en mí.
Todos esos años en la música conocí estilos, bandas, empecé a tocar
la armónica, a componer mis temas (pudiendo así aplicar mi
amor por las letras en canciones) y sobre todo conocer a
muchísima gente, algunas que están y otras que ya no.
Y todas estas cosas hacen al "Matías" actual, quién les escribe.

¿Y como es el Matías actual?
Un luchador que nunca baja los brazos.
Solitario, pero también popular (o social).
Melancólico, nostálgico y un poco triste.
Pero también feliz, feliz con las pequeñas cosas,
cosas que en la mayoría de los casos (un poco
por su escencia de poeta y un poco por que la vida
le enseño) nadie ve.
Cosas como caminar abajo de la lluvia,
tirarse a mirar las estrellas, recordar una sonrisa,
escribir una poesia, tocar tres notas en la guitarra,
sentarse en el tanque de agua de la terraza a pensar
y mirar el barrio,
improvisar musicalmente con amigos,
tomar una cerveza (o un fernet) bien frío
con alguien que no ve hace mucho tiempo,
dormir abajo del sol,
salir a caminar,caminar y caminar.

Acordarse que está vivo.

Y si bien se sabe un poco celoso, cabezadura, cerrado,
pesimísta (a veces), masoquista (varias) e iluso.
Nunca pierde el horizonte, nunca pierde las esperanzas.
Porque sobre todas las cosas, sabe que la lucha más importante
en esta vida es conocerse a uno mismo,
entenderse de a poco, y nunca, pero nunca bajar los brazos,
porque la única linea que separa a los sueños y la realidad,
es el accionar, el nunca dejar de luchar.

Para los que les gusta,
para los que no,
este soy yo,
un poco poeta,
un poco rockero,
un pibe de barrio,
pero sobre todas las cosas...

Mati Destinado.

Welcome.