Hoy estreno nueva vida
en la tinta que me escribe,
entre plumas y corcheas,
entre acordes y jardínes.
Hoy me paro desde enfrente,
quiebro miedos e imposibles,
porque no hay peor cadena
que olvidarse de ser libre.
Hoy cultivo nueva tierra,
hoy tu sol es fiel elíxir,
y la música me espera,
en tu flor y tus raíces.
Voy dejando mi pasado,
voy cerrando cicatrices,
y aunque a veces la recuerde,
es mi lucha la que sigue.
Hoy volví a sentirme vivo,
he logrado comprender,
que para soñar bien alto
hay que despertarse bien.
Matías D. Roldán